sábado, 13 de noviembre de 2010

Lugares comunes a lo patojo

Cada quien tiene su manera de matar pulgas

Es cierto.  Cada quien hace las cosas a su manera, como le quede más fácil; sólo algunos estúpidos matan pulgas con escopeta; bueno, y de paso aniquilan el lecho donde duermen (“… mísero can…”).

En el mundo de la literatura, a la manera propia de escribir le llaman estilo, y hubo un tipo -no me acuerdo cómo se llamaba- que dijo: “El estilo es el hombre”.  Como ven, la mujer aún no tiene registro, por lo tanto no tiene estilo, ni menos una forma de matar pulgas.  En consecuencia, es mejor que la mujer no duerma con perros, que son el regazo natural de las pulgas, y sin un estilo para matarlas, proliferan; aunque hay unos perros que no tienen pulgas, pero tienen otros bichos imposibles de eliminar; con estos perros las mujeres podrían dormir, pero es que no dejan.

En la administración pública se ven casos de jefes que tienen su manera de matar pulgas.  Hubo un gerente por estos lados, que siempre utilizaba el mismo giro en toda su correspondencia: “No de otra forma”.  Aparecían textos simpáticos como “Su reclamo, señora, está siendo tramitado por la administración central, no de otra forma lo podemos analizar”.  O este otro: “Le informo que su solicitud de vacaciones está sujeta al plan anual, no de otra forma usted podría quedarse en casa en vez de viajar con su familia”.  El gerente en mención, no de otra forma podía escribir; he ahí el estilo.

Aunque en Popayán abundan las pulgas -por aquello de la cantidad de “perras”- el “Genio” Castrillón, que no era matarife, sí tenía estilo para sacudirlas:

- “Genio”, ¿y usted por qué siempre se la pasa “rascao”?-.
- Príncipe, porque en Popayán hay mucha pulga”.