lunes, 14 de septiembre de 2009

Lugares comunes a lo patojo

A pies juntillas

Estuve averiguando qué son y dónde se consiguen las juntillas; sólo encontré que “con los pies juntos” es lo más cercano. El estudiante que hace gala de su terquedad y tiene memoria mecanográfica es el único que descresta al profesor distraído con su disertación a pies juntillas, como de militar en “fir”. Esta expresión es utilizada por las matronas cuyos maridos jubilados -por la empresa y por la cama- no han impedido que sigan ejerciendo la humanitaria labor de “descuajaringar prójimo” con terquedad. Las amigas ausentes de las matronas transcurren por los parajes escabrosos de la moral que dictaminan, como autoridades eximias, las lenguas picantes reunidas en el té canasta:

- ¿Sí supieron lo de Cleotilde, con el entumido del doctor mojigato?-.

- No, contá-.

- Pues cómo les parece que en el paseo del domingo dieciocho de junio de dos mil cinco a La Lajita, yendo para Chuni, a las cinco de la tarde, el doctor mojigato ése se fue a coger moras y la Cleotilde se le fue detrás con el pretexto de que iba a mear. Ya eran casi las seis de la tarde y no aparecían. Entonces el marido de Cleotilde, con borrachera y todo, fue a buscarla y encontró al dichoso doctor, medio pelado, durmiendo sobre las playitas del río, más abajo. Pero Cleotilde no estaba. El marido lo despertó y le preguntó por su mujer; el doctor mojigato le dijo que no la había visto, pero no le creyó y le preguntó que por qué estaba así, medio “viringo”. El doctor mojigato le dijo que se había metido en el río hasta la cintura para coger energías, pues no sabía nadar. El marido cabrón se dedicó a buscar a su mujer por otra parte y la encontró al otro lado del río, en la parte alta, donde hay una guarapera, tomando de ese guandolo con unos tipos de mala muerte-.

- ¿Y luego qué pasó?-.

- Pues cómo les parece que el marido cornudo echó a la calle a la Cleotilde-.

- ¿Y entonces, se fue a vivir con el doctor mojigato?-.

- No, ahora está en Chuni viviendo con el dueño de la guarapera-.

Esta es una versión de un episodio natural de los seres humanos que a diario tejen historias, que si no es por las matronas tercas, no tendríamos cómo explicar qué es y para qué sirve a pies juntillas.