viernes, 21 de mayo de 2010

Lugares comunes a lo patojo

Borrar con el codo lo que se hace con la mano

Aquí intervienen los héroes de papel.  Los mismos que hicieron el tránsito a villanos después de oficiar como próceres.  O si no, cómo se clasifican nuestros héroes de la independencia que nos libertaron del yugo español -lo hicieron con la mano del pueblo pobre y analfabeto- para, luego, someternos a las mismas prácticas políticas de los españoles con férrea dictadura civil, excluyente y bárbara -borraron con sus propios codos  lo hecho-.  Hoy en día persisten estas prácticas de hacer, para luego deshacer; tal como sucede con el marido medio amoroso que en la mañana del cumpleaños de su esposa le lleva flores, porque es mejor en vida y no en el cementerio, donde ya no huelen.  Sin embargo, ese mismo día se le olvidó acompañar a la cumplimentada a la cena de recordación y la fecha especial terminó con el espectáculo en tres actos: apertura, drama y tragedia.  Lo que prometía ser una grata arrunchada de amor, culminó con la trágica compañía de misiá soledad, adornada con pañuelos mojados y la promesa de no aceptar, en el futuro, cumplidos falsos.  Y luego dicen algunos maridos zoquetes que por qué sería que ella se fue con el lechero, el único que le decía cosas bonitas y le cumplía todas las citas; para nada utilizaba el codo.

En Bogotá, diagonal a la Plaza de Bolívar, había en tiempos inmemoriales un bar adonde concurrían poetas, escritores, jueces, políticos, desocupados y otros personajes similares; se llamaba El Bar de Pérez Nieto, hoy desaparecido.  En cierta ocasión y aprovechando que la estatua de Simón Bolívar la habían cambiado de lugar, el poeta De Soto elaboró el epigrama que reza:

“Bolívar, con disimulo,
y sin faltar al respeto,
reorientó el culo
hacia el negro Pérez Nieto”.

El dueño del bar, Pérez Nieto, reconvino al poeta para que cambiara los versos porque podía quedar mal con los amigos.  Entonces De Soto los cambió -borró con el codo- así:

“Bolívar, sin faltar al resmulo,
y con gran disipeto,
reorientó el Nieto
hacia el negro Pérez culo”.